miércoles, 23 de junio de 2010

Esta es la alineación. Muy.


Voy a interrumpir mi terrible abandono de este espacio con un post de futbol of all things. Mis disculpas para quienes me conocen bien y se dan cuenta de lo esquizofrénico que es mi interés por el deporte (no me interesa nunca nada, pero durante el mundial paro toda actividad para ver partidos entre Singapur y Timbuktú y algunos resultados llegan a hacerme llorar).

Ni modo, en estas fechas y de manera arbitraria me va la vida en el campo y tras la derrota, triste más que indigna, de la selección nacional ayer, la bola de metiches de los que estoy rodeada (bola que incluye un gran sabio futbolero y vario individuo tomado por la fiebre del verano sudafricano que nos hace creer que sabemos) hemos decidido plantear la solución.

Así que Vasco Aguirre y quien quiera oír: ¡Esta es la alineación!


Ustedes perdonen el rudimentario esquema pero hay mucha urgencia de empezar a gritar nuestra (consideramos nosotros) utilísima y vital opinión.

Ochoa en el arco es una decisión de principio que consiste en apostarle a la juventud. Aunque sea para perder, hay que caer con riesgo y juventud.

Luego cinco, tres, dos.

Cinco en la defensa, con Márquez como la voz de la sabiduría; Moreno y Maza como seguros de vida; y Juárez y Salcido con opción a subir por las bandas. Luego Torrado, Barrera y Cuauhtemoc. Los primeros dos para contener y el adorable monumento Cuau para que no corra y piense, que es lo que hace bien. Adelante el Chícharo y Gio que dan velocidad y mareo y buena onda en el frente.

¡Y listo! La juventud y Cuau. Arreglado el mundo. Argentina caerá. ¡A la victoria!