Estamos hartos del "Hola", seguido del "¿cómo estás?", seguido del "bien ¿y tú?" que incian todas las llamadas que cruzan por nuestro aparatito telefónico. Cuando mi amiga Lumi contesta el teléfono generalmente te recibe con una composición original, que sale de su ronco pecho sin planeación estratégica alguna.
La del día de hoy dijo así:
eres lo mas gordo, espero que nunca te quedes sordo
porque no podrás oír como compongo.
Ritmo y métrica envidiables, es evidente.
Su vocación de Juan Gabriel le viene de hace muchos años, pero estoy segura de que fue consolidada un día de verano en las calles de Florencia.
Llevábamos una semana de más en esa ciudad que está teóricamente bendita, pero que en el calor infame del julio turístico, era prácticamente el infierno que inspiró al Dante. Lumi y yo caminábamos a ningún lado, tratando de huir de nuestro propio sudor de puercos, cuando ella inició una composición. Ya no la recuerdo pero, estoy segura, era igual de inspirada que aquella del ombligo que quedó plasmada ya. Soltó tres o cuatro estrofas, no creo que el calor me haya permitido reírme y se quedó callada un segundo. Después miró al cielo como quien invoca a un genio y dijo sencillamente:
- "Ay... ¡Qué bonito compongo!"
Y sí.
2 comentarios:
no quepo de la emoción,
hay gozo en mi corazón,
estoy que babeo, mientras lo leo!
esto solo para decir que soy feliz de estar en tu blog!!!!! YEIIIIII
jajajaja Lumo es poético (y feliz) y por eso lo amamos.
Me reí mucho.
Y su comment es glorioso!! las amo mucho mucho y gracias x soportar mis dramas amorosos ayer.
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