Voy a destiempo. Mis amigos eficaces tienen blogs desde los tiempos en que no existía la palabra. Pero en estos tiempos de perder el tiempo, me atacan otros tiempos, con los que no sé qué hacer: el tiempo de la infancia, de la ficción, del futuro que se espera. El del momento que se entiende, el del pasado que ya no se tuvo y el de lo que no se puede imaginar. El tiempo de los desconocidos, el tiempo que aclara y el que confunde. El que se está terminando siempre y el que no termina de correr.
Me caben tantos tiempos en este, que sólo podía ser tiempo de encontrar donde dejarlos. Aquí irán cayendo, en desorden, como están. A ver cómo nos va, con el tiempo.
3 comentarios:
¡En horabuena!
Estás a tiempo.
Enhorabuena se escribe junto (qué malo soy)
Qué clavado eres Gamboa
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