Ayer iba a ponerme a llorar y mejor puse una peli. A veces se me atora el mundo entre los dedos y la mejor manera de soltarlo es perderse en las invenciones de algún ser brillante.
Yo no conozco el placer de la fe compartida. No me enseñaron a Dios en la escuela, no aprendí a verlo en la calle, en mi casa pensarlo fue siempre una herejía. Es la vida diaria lo que en realidad existe. Existe la rutina, existe el deber, existen mis dientes desnudos de risa, existen la muerte y sus reglas definitivas.
El problema fundamental de esta educación forzada (como toda la educacion religiosa tiende a ser) es que las opciones coherentes que llegan de tratar de explicar el orden del mundo por sí mismo, son extremadamente limitadas. La más efectiva, para casos difíciles de desesperanza metafisíca, es la ficción. La ficción como acto creador. La ficción que explica lo que no sabremos nunca.
Las novelas buenas como evangelios, la tele sofisticada como plegarias de todos los días, el cine siempre como un templo de luces bajas.
4 comentarios:
amiga, me gusta tu religión. ya empezó FICCO, qué vemos? La ficción rocks, pero tú eres mi credo (ja!)
jajaja te quiero cada vez más!! yo quiero estar en tu secta!!!
Jaja verdad que Ramit es grande! a mi también me dio risa lo de los lattes
por cierto su fiesta es la mejor de San Valentín de la historia
...y ya deje de cotizarse y dele al Bestiario jiji te quiero
Por cierto, murió el post del silogismo del chorizo for ever and ever?
Amor mio!!!
Teos Cacarus sanctis
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